Una familia aparentemente normal comienza a experimentar una serie de eventos inquietantes cuando su hijo de ocho años, Tommy, presenta a su nuevo amigo imaginario, Charlie. Al principio, los padres de Tommy, Sarah y David, no piensan mucho en ello, ya que consideran que es una fase común en la infancia. Sin embargo, pronto se dan cuenta de que Charlie no es un amigo imaginario típico. Las conversaciones de Tommy con Charlie se vuelven cada vez más intensas y perturbadoras, y su comportamiento empieza a cambiar de manera alarmante.
Tommy, que antes era un niño tranquilo y afectuoso, comienza a mostrar signos de agresividad y aislamiento. Se niega a jugar con otros niños y pasa la mayor parte del tiempo solo en su habitación, donde insiste en que Charlie está con él. Sus dibujos, que antes eran coloridos y alegres, se vuelven oscuros y violentos, reflejando escenas que preocupan profundamente a Sarah y David. Además, Tommy comienza a hablar de cosas que un niño de su edad no debería conocer, como secretos oscuros y detalles macabros que aterran a sus padres.
Los problemas se intensifican cuando objetos en la casa comienzan a moverse solos, luces que se apagan y encienden sin motivo aparente, y ruidos extraños que resuenan en medio de la noche. Sarah y David, cada vez más angustiados, buscan ayuda de un psicólogo infantil, quien les asegura que los amigos imaginarios son una fase normal en el desarrollo de un niño. Sin embargo, nada de lo que les aconseja parece funcionar, y la situación continúa empeorando.
Desesperados, los padres empiezan a investigar el pasado de la casa y descubren que, años antes, un niño de la misma edad que Tommy había vivido allí y murió en circunstancias misteriosas. A medida que profundizan más en la historia, se enteran de que este niño también tenía un amigo imaginario llamado Charlie, y que su familia había experimentado fenómenos similares antes de que el niño falleciera. Este descubrimiento aterroriza a Sarah y David, que ahora creen que Charlie es algo mucho más siniestro que una simple creación de la imaginación de Tommy.
Intentan mantener a Tommy alejado de la casa, pero el comportamiento del niño se vuelve cada vez más errático y violento cuando está lejos de Charlie. Aterrorizados y sintiéndose impotentes, recurren a un experto en lo paranormal, quien confirma sus peores miedos: Charlie no es un amigo imaginario, sino una entidad maligna que se ha aferrado a Tommy con la intención de poseerlo completamente.
La familia se enfrenta a una lucha desesperada para salvar a su hijo, mientras la presencia de Charlie se vuelve más fuerte y peligrosa. El clímax de la historia llega cuando la entidad revela su verdadero propósito, y Sarah y David deben tomar decisiones difíciles para proteger a Tommy y librar su hogar de esta amenaza sobrenatural. En un enfrentamiento final, la familia se une para expulsar a Charlie, pero las secuelas de la experiencia dejan cicatrices profundas en todos ellos, cuestionando si alguna vez podrán volver a llevar una vida normal.