Bruce Almighty es una película de comedia dirigida por Tom Shadyac, protagonizada por Jim Carrey, que presenta a Bruce Nolan, un reportero de televisión que atraviesa un momento crítico en su vida. Después de un día lleno de frustraciones, en el que todo parece salir mal, Bruce culpa a Dios por los problemas del mundo. En un arranque de ira, le lanza un desafío, criticando la manera en que Él maneja el universo y afirmando que lo haría mejor.
Sorprendentemente, Dios, interpretado por Morgan Freeman, acepta el reto y le otorga a Bruce todos sus poderes divinos. De esta manera, Bruce se convierte en el nuevo «Dios» durante un tiempo limitado, con la tarea de demostrar que puede administrar el mundo de manera más eficiente. Al principio, Bruce disfruta del poder ilimitado, realizando milagros y manipulando situaciones a su favor. Sin embargo, pronto descubre que la omnipotencia conlleva una responsabilidad mucho mayor de lo que había imaginado.
A medida que Bruce utiliza sus poderes, se enfrenta a las complicaciones que surgen al tratar de solucionar los problemas de las personas a su alrededor. En su intento de mejorar las cosas, comete errores y provoca caos, lo que lo lleva a darse cuenta de que no todo se puede controlar ni resolver con un simple chasquido de dedos. A lo largo de la película, Bruce aprende una valiosa lección sobre la importancia de la humildad y el entendimiento de los demás, descubriendo que el verdadero propósito no radica en tener poder, sino en valorar lo que realmente importa: las relaciones personales y la aceptación de la vida tal como es.