
Cuando el gobierno británico es descubierto traficando obras de arte chinas, la nación se enfrenta a una amenaza que va más allá de la pérdida material: el saqueo de su identidad cultural. En esta encrucijada surge Wong Fei Hung, un maestro de las artes marciales dispuesto a arriesgarlo todo para recuperar las piezas robadas y desenmascarar a los responsables.
Interpretado por Chan, Wong Fei Hung no es un héroe tradicional. Su técnica de combate, conocida como «el boxeo del borracho», transforma cada enfrentamiento en un despliegue de habilidad única y creatividad. Este estilo inusual, que lo hace más ágil y poderoso a medida que consume alcohol, no solo lo convierte en un luchador impredecible, sino también en un símbolo de resiliencia y astucia.
A lo largo de su travesía, Wong enfrenta múltiples desafíos, desde combates cuerpo a cuerpo contra numerosos enemigos hasta estrategias para eludir conspiraciones políticas. Cada escena de acción es un espectáculo visual, con movimientos fluidos y coreografías innovadoras que mezclan técnica marcial con momentos cómicos y sorprendentes. Wong utiliza todo a su alcance, desde objetos cotidianos hasta su propio equilibrio, para superar a sus oponentes con ingenio y determinación.
Sin embargo, la historia no solo gira en torno a las peleas espectaculares. También explora el compromiso de Wong con su cultura y su pueblo. A medida que se enfrenta a los traficantes y lucha por devolver las obras de arte a su tierra, su misión se convierte en un acto de resistencia frente a la explotación extranjera. Su carácter decidido y su sentido de justicia inspiran a quienes lo rodean, mostrando que incluso en las circunstancias más difíciles, la voluntad de proteger lo que es importante puede marcar la diferencia.