
Hace más de seis décadas, el pequeño pueblo fronterizo de Texarkana fue escenario de una serie de brutales asesinatos que dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva de sus habitantes. Conocido como el «asesino de la luna llena», el criminal nunca fue identificado, y sus crímenes se convirtieron en parte de la macabra historia del lugar. Ahora, tras 65 años de relativa calma, el miedo vuelve a instalarse en las calles cuando una nueva ola de asesinatos, inquietantemente similares a los originales, sacude a la comunidad.
Los nuevos crímenes presentan detalles que parecen calcados de aquellos cometidos en los años cuarenta: las víctimas son atacadas por la noche, en áreas apartadas, y los métodos del asesino reflejan un patrón que los investigadores creían enterrado en el pasado. Esta escalofriante repetición de los hechos siembra la duda entre los residentes y las autoridades: ¿se trata de un imitador obsesionado con la leyenda del asesino original o existe la posibilidad de que el horror nunca haya terminado del todo?
En medio de esta creciente paranoia, emerge una figura clave en la investigación: una estudiante solitaria, marcada por sus propios secretos y traumas, cuya conexión con los asesinatos podría ser más profunda de lo que parece. Su historia se entrelaza con los nuevos eventos de manera misteriosa, convirtiéndola en pieza central para entender lo que realmente está ocurriendo en Texarkana.