
En las profundidades del océano, lejos de la ley y la mirada del mundo, un narcosubmarino artesanal navega hacia su destino final. A bordo viajan tres hombres, curtidos por la necesidad, la ambición y la promesa de una recompensa al final del viaje. El submarino, construido de forma rudimentaria y con materiales improvisados, es tan frágil como el equilibrio emocional de sus ocupantes. Cargan con un valioso y peligroso cargamento, cuyo destino es tan incierto como su propia suerte.
La travesía da un giro inesperado cuando el submarino comienza a mostrar signos de colapso. Las filtraciones de agua y los problemas mecánicos despiertan una tensión insoportable entre los tripulantes. Atrapados en un espacio minúsculo, rodeados de oscuridad y presión, se enfrentan no solo al riesgo de morir ahogados, sino también al temor de perder el cargamento que podría cambiar sus vidas para siempre. En medio del caos, toman una decisión desesperada: abrir una cabina sellada, hasta entonces prohibida.
Lo que descubren dentro de esa cabina es un “obsequio” reservado para el comprador final, un elemento inesperado que altera por completo la dinámica del grupo. Lo que era ya una situación crítica se convierte en una olla a presión psicológica, donde afloran los deseos más oscuros, las paranoias más profundas y los límites de la moral. En ese espacio reducido, el submarino se transforma en un escenario íntimo y brutal, donde la codicia, el miedo y la desconfianza se convierten en los verdaderos protagonistas del viaje.