
Jessie, Calvin y Nicky son tres adolescentes que han crecido en entornos difíciles, donde las dificultades familiares y sociales han sido una constante a lo largo de sus vidas. A pesar de la dureza de sus circunstancias, los tres se mantienen en pie, enfrentando un futuro incierto mientras intentan encontrar su camino en un mundo que parece ofrecerles pocas oportunidades.
Cada uno de ellos, con su propia historia y perspectivas, busca comprender cómo pueden lograr una vida mejor y dejar atrás las dificultades que los han marcado desde la infancia. Jessie, con su carácter fuerte y decidido, a menudo se siente atrapada entre sus sueños de superación personal y la realidad de su entorno, mientras que Calvin se muestra más resignado, atrapado en un círculo de desesperanza que parece no tener fin. Nicky, por su parte, a pesar de ser el más optimista de los tres, lucha constantemente por encontrar su lugar en un mundo que lo percibe como vulnerable debido a su situación.
El escenario en el que se desenvuelven es una ciudad marcada por la pobreza, la violencia y la falta de recursos. Este ambiente hostil no facilita el acceso a la educación, el empleo o cualquier otra forma de progreso. Por ello, los tres adolescentes pasan sus días intentando sortear las dificultades cotidianas, buscando alguna oportunidad, alguna chispa de esperanza que los impulse a continuar. Sin embargo, mientras enfrentan estos desafíos, también descubren los lazos que los unen, esos momentos de solidaridad y apoyo mutuo que les permiten mantenerse con vida y seguir luchando.