Mientras trata de sobrellevar la inesperada pérdida de su esposo, Beth (interpretada por Rebecca Hall) se retira a una casa junto a un lago, diseñada especialmente para ella como refugio. A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma y la cordura, pronto comienza a ser atormentada por inquietantes visiones. Las perturbadoras apariciones de una presencia desconocida que parece llamarla desde la casa se vuelven cada vez más intensas. Durante el día, todo parece tranquilo y normal, pero la desesperación de Beth crece con cada noche que pasa.
A medida que el malestar se apodera de ella, Beth decide desoír las recomendaciones de sus amigos y se adentra en una investigación personal. Examina minuciosamente las pertenencias de su difunto marido en busca de respuestas, solo para encontrarse con secretos tan oscuros como desconcertantes. Su investigación revela un misterio profundo y perturbador, que Beth se siente impulsada a desentrañar, a pesar de los riesgos que esto conlleva.