
Blake y Charlotte, una pareja en crisis, deciden abandonar la ciudad y escapar a la granja aislada de la infancia de Blake en las colinas de Oregón, con la esperanza de salvar su matrimonio. A su llegada, en plena noche, una extraña y aterradora presencia los ataca: una criatura invisible que se desplaza alrededor de la casa, dejándolos atrapados y a merced de algo que no pueden ver pero sienten cerca.
Aislados en la vieja casa, con sus puertas y ventanas aseguradas, intentan comprender lo que está sucediendo mientras el miedo se apodera de ellos. Sin embargo, lo más inquietante de todo no es la amenaza exterior, sino el cambio que empieza a experimentar Blake. A medida que avanza la noche, su comportamiento se vuelve cada vez más errático. Su carácter, antes familiar y cercano, comienza a desmoronarse, y parece transformarse en alguien irreconocible.
Charlotte, aterrada y confundida, observa cómo su esposo se desvanece ante sus ojos, luchando por aferrarse a la esencia de la persona que alguna vez conoció. Mientras tanto, la criatura sigue merodeando alrededor de la casa, una constante amenaza que parece no tener fin. La tensión entre los dos crece, y Charlotte se enfrenta a una verdad terrible: no solo deben sobrevivir al peligro exterior, sino también a la amenaza interna que ahora ha tomado forma en Blake.
A medida que la situación empeora, Charlotte se ve obligada a cuestionarse si Blake está siendo consumido por alguna fuerza oscura o si su deterioro es simplemente un reflejo de la angustia y el miedo que los rodea. En la lucha por mantener la cordura y la supervivencia, Charlotte debe decidir si puede salvar a su esposo antes de que sea demasiado tarde, o si la persona que amaba ya no está allí. La noche avanza, y la línea entre lo real y lo sobrenatural se vuelve cada vez más borrosa, mientras la criatura y la transformación de Blake amenazan con destruir todo lo que queda de su vida juntos.