
El Queen Mary, una joya de la navegación que en su época surcó los océanos con elegancia y esplendor, hoy descansa como un hotel flotante y una popular atracción turística en Long Beach, California. Sin embargo, más allá de su legado marítimo, este imponente transatlántico es conocido como uno de los lugares más embrujados del mundo, envuelto en relatos de apariciones, sonidos inexplicables y sucesos paranormales que han desconcertado a visi.
Construido en la década de 1930, el Queen Mary fue símbolo de lujo y velocidad hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando fue convertido en un buque de transporte militar bajo el nombre de The Grey Ghost .
Uno de los puntos más escalofriantes del barco es la sala de calderas, donde supuestamente vaga el espíritu de un joven ingeniero, víctima de un trágico accidente con una puerta de maquinaria en la década de 1960. Testigos aseguran haber escuchado golpes metálicos, pasos fantasmales e incluso haber visto sombras desplazarse en la penumbra. Otro lugar envuelto en misterio es la piscina del barco, donde visitantes han reportado visiones de mujeres con trajes de baño de época, risas etéreas y el sonido de chapoteos en el agua, pese a que la piscina lleva décadas vacía.
Los camarotes y pasillos del Queen Mary tampoco escapan a lo sobrenatural. La habitación B340 es considerada la más embrujada del barco, escenario de múltiples tragedias inexplicables. Quienes se han atrevido a pasar la noche allí han reportado luces parpadeantes, ruidos extraños y sábanas que parecen moverse solas, intensificando la reputación del Queen Mary como un epicentro de fenómenos paranormales.