En una nueva entrega de la icónica saga de terror Saw, los fanáticos se encuentran nuevamente con el astuto y despiadado Hoffman, interpretado por Costas Mandylor, quien se ha establecido como el último superviviente y heredero del legado de Jigsaw, el infame asesino en serie interpretado por Tobin Bell. A lo largo de la franquicia, Hoffman ha sido un personaje enigmático, capaz de manipular las reglas del macabro juego de Jigsaw, pero en esta película, su secreto está en peligro. La trama se centra en cómo Hoffman se ve forzado a tomar medidas extremas para eliminar cualquier amenaza que pueda exponer su oscuro vínculo con el asesino que aterrorizó a la ciudad durante años.
Desde su primera aparición en Saw III (2006), Hoffman se ha mostrado como un discípulo y colaborador clave en la creación de las aterradoras trampas ideadas por Jigsaw. Sin embargo, a lo largo de la saga, se reveló que, en lugar de ser simplemente un seguidor, Hoffman también posee sus propias motivaciones y una retorcida moralidad. Su lealtad a John Kramer, alias Jigsaw, está motivada por sus propios traumas y su deseo de imponer su visión de justicia sobre aquellos que considera culpables.
A medida que los eventos de la saga avanzan, Hoffman se convierte en una pieza esencial para el funcionamiento de los juegos mortales de Jigsaw. Pero en esta entrega, la situación cambia drásticamente. El personaje se enfrenta a la cruda realidad de que los hilos de su propia existencia están siendo deshilachados. Existen personas que podrían descubrir su conexión con los crímenes de Jigsaw y exponer su identidad, lo que lo pone en un peligro mortal.
En este nuevo capítulo, la trama gira en torno a la necesidad de Hoffman de eliminar todos los cabos sueltos que amenazan con destapar su secreto. Ante la creciente presión, se ve obligado a iniciar una serie de acciones implacables, buscando eliminar a aquellos que saben demasiado o que podrían interferir en su misión. Al igual que en entregas anteriores, el thriller se desarrolla en un ambiente cargado de tensión, donde el peligro acecha en cada esquina y la muerte parece ser la única salida para los que caen en las trampas de Hoffman.
La caza de Hoffman es tanto física como psicológica. Si bien es un experto en manipular las situaciones a su favor, la paranoia y la desconfianza se apoderan de él a medida que cada vez más personas se convierten en amenazas potenciales. Este juego mortal no solo involucra trampas y torturas, sino también una constante lucha por mantener el control sobre su propia existencia.