Tras un trágico accidente que termina con su carrera como policía, Daniel López se ve enfrentado a una dura realidad: la prisión. Una vez en el centro penitenciario, el exagente se enfrenta a un nuevo desafío: sobrevivir en un entorno hostil donde las reglas parecen dictadas por el poder detrás de las rejas.
A medida que se adentra en la rutina carcelaria, Daniel descubre que el caos en el que se encuentra no es fruto del azar. En el corazón de la prisión, un interno de gran influencia, conocido como Rubén Ortega, ha establecido un imperio criminal. Ortega no solo controla a sus compañeros de celda, sino que también mantiene una red de poder que se extiende más allá de los muros, manipulando a los guardias y utilizando su influencia para asegurar un flujo constante de recursos y favores.
Daniel se ve envuelto en una intrincada red de corrupción y traición, donde cada acción está calculada y cada movimiento puede tener consecuencias fatales. Los guardias, que deberían ser los encargados de velar por el orden, están en la nómina de Ortega, brindándole protección y apoyo mientras extiende su dominio.
La situación se complica aún más cuando Daniel se da cuenta de que la corrupción no se limita a los muros de la prisión. Los tentáculos del sindicato criminal se extienden hacia el exterior, implicando a políticos, empresarios y otras figuras de poder que permiten a Ortega continuar su reinado con total impunidad.
Consciente de que su propia supervivencia está en juego, Daniel decide actuar. Con astucia y determinación, empieza a reunir pruebas y aliados entre los demás presos que también sufren bajo el yugo del sindicato. Su objetivo es desmantelar la red de corrupción desde adentro y poner fin al reinado de Ortega, exponiendo la verdad al mundo exterior.
A medida que Daniel se adentra en esta peligrosa misión, se enfrenta a una serie de desafíos que ponen a prueba su ingenio y resistencia. Las alianzas son frágiles y la traición acecha en cada esquina. Sin embargo, su deseo de justicia y su impulso de redimir su pasado como policía lo mantienen en marcha, mientras navega por un laberinto de engaños y amenazas.
En última instancia, la lucha de Daniel no solo es por su propia libertad, sino también por la de aquellos que han sido sometidos a la tiranía del sindicato. Su enfrentamiento con Ortega se convierte en una batalla épica entre la justicia y la corrupción, donde cada movimiento cuenta y el precio de la verdad puede ser más alto de lo que imagina.