En 1821, Don Diego de la Vega asume el cargo de alcalde de su amada ciudad de Los Ángeles, con la firme intención de llevarla hacia la prosperidad. No obstante, el municipio enfrenta serios problemas financieros debido a la codicia de un empresario local, Don Emmanuel, cuya avaricia pone en jaque el bienestar de la comunidad. Los esfuerzos de Diego, como alcalde, se muestran insuficientes para frenar la injusticia que se extiende por la ciudad. A pesar de haber abandonado su alter ego de Zorro durante 20 años, Diego se ve obligado, en nombre del interés general, a retomar su máscara y su espada.
A medida que Zorro vuelve a hacer acto de presencia, Diego se encuentra con la difícil tarea de equilibrar su vida pública como alcalde y su vida secreta como justiciero, lo que comienza a poner en tensión su relación con Gabriella, su esposa, quien desconoce la verdadera identidad de su marido. La doble vida de Diego lo coloca en una situación compleja, en la que debe tomar decisiones difíciles que podrían poner en peligro tanto su carrera política como su matrimonio. El retorno de Zorro, lejos de ser la solución sencilla que Diego esperaba, se convierte en un desafío personal y profesional que lo obliga a enfrentarse a dilemas morales y familiares.