
En el corazón de una antigua casa familiar situada a orillas de un tranquilo lago, se desarrolla una historia profundamente conmovedora que entrelaza los ecos de dos generaciones de veteranos de guerra y las complejidades emocionales que acompañan a sus vidas. La protagonista, una mujer que sirvió en Afganistán, carga con una relación enigmática y emocionalmente intensa con su mejor amigo del ejército, quien falleció durante su servicio. Esta conexión no solo define su identidad, sino que también la impulsa a enfrentar viejos fantasmas y reconciliar su dolor.
El relato toma un giro aún más profundo cuando ella se ve cara a cara con su abuelo, un veterano de la guerra de Vietnam, en la misma casa que ha sido testigo de tantas historias familiares y secretos guardados. Este encuentro no es casual, pues la casa misma parece funcionar como un símbolo de la herencia, los traumas heredados y los lazos invisibles que unen a generaciones.
Ambos veteranos, marcados por experiencias bélicas que transformaron sus vidas, representan dos épocas distintas pero igualmente difíciles. La nieta, habiendo combatido en Afganistán, y el abuelo, sobreviviente de Vietnam, encuentran en su diálogo y confrontación un espacio para explorar no solo sus propios dolores, sino también la manera en que el servicio militar impacta a las familias. La historia no se centra únicamente en las cicatrices físicas y emocionales de la guerra, sino también en cómo estas afectan las relaciones personales y familiares.