
Kevin y Marcus Copeland son dos agentes del FBI que no han logrado destacarse precisamente por su eficacia. Tras una serie de fallidos operativos, sus errores se han vuelto frecuentes, poniendo en duda su profesionalismo. Su jefe, harto de sus metidas de pata, les lanza una última advertencia: otro error y estarán fuera del Buró. Con la presión a cuestas y decididos a reivindicarse, los hermanos se ofrecen voluntariamente para encargarse del siguiente caso, dispuestos a probar que pueden ser tan competentes como cualquier otro agente.
La misión parece sencilla pero crucial: escoltar a las hermanas Brittany y Tiffany Wilson, dos jóvenes herederas de una fortuna millonaria, desde el aeropuerto hasta su hotel en los Hamptons. Las hermanas se han convertido en posibles objetivos de un misterioso secuestrador cuya identidad aún se desconoce. El FBI teme que un nuevo intento pueda producirse en cualquier momento, por lo que la seguridad de las jóvenes es prioritaria. Lo que empieza como una tarea de escolta rutinaria, pronto se complica cuando un accidente menor impide que las hermanas aparezcan en público.
Ante la urgencia de mantener el caso activo y sin poder permitir que las Wilson desaparezcan del ojo público —lo cual sería sospechoso para el potencial secuestrador—, Kevin y Marcus toman una decisión insólita: disfrazarse de las dos jóvenes y suplantarlas temporalmente. Utilizando elaboradas prótesis y maquillaje, se transforman en las hermanas Wilson para continuar con la investigación sin levantar sospechas.