Viernes 13, Parte III

Lo que debería haber sido un verano perfecto, lleno de sol, naturaleza y risas adolescentes, se convierte rápidamente en una pesadilla escalofriante para un grupo de jóvenes consejeros. El escenario: el infame Campamento Crystal Lake, un lugar que ha quedado marcado por un oscuro pasado que muchos prefieren olvidar… pero que otros ignoran por completo.

Cada año, nuevos rostros llegan al campamento con la esperanza de vivir una experiencia inolvidable, pero este grupo de consejeros descubrirá, demasiado tarde, que el legado de horror que rodea al lugar no es solo una vieja leyenda contada para asustar a los novatos. Lo que comienza como una estadía divertida en medio del bosque se transforma en un juego macabro de supervivencia, cuando un asesino implacable emerge de las sombras del lago.

Ese asesino no es otro que Jason Voorhees, el icónico portador de la máscara de hockey, cuya presencia se ha convertido en sinónimo de muerte silenciosa. Manejando su machete con precisión mortal y moviéndose con la fuerza de alguien que no conoce límites, Jason acecha a sus víctimas con una paciencia fría y despiadada. Uno por uno, los consejeros caen, sin saber que son parte de una historia que se repite como un ciclo de sangre que parece no tener fin.

La indiferencia del grupo ante las advertencias y el pasado trágico del campamento resulta ser su error fatal. Como muchas víctimas anteriores, creyeron que las historias eran solo mitos exagerados, cuentos de fogata para asustar a los crédulos. Pero Crystal Lake no olvida, y Jason tampoco.