
Joey O’Brian es un vendedor de coches de éxito en la ciudad de Nueva York, un hombre cuya vida está marcada por un vertiginoso ritmo de relaciones con mujeres. Su existencia está profundamente influenciada por figuras femeninas que juegan diferentes papeles en su vida cotidiana. Está Joy, su amante exigente; Lila, su amiga extrovertida que siempre aporta un toque de diversión; Tina, su ex esposa con la que mantiene una relación algo distante pero cordial; su hija adolescente, cuya actitud rebelde añade una dosis de caos a su día a día; y, por supuesto, su madre, a quien debe cuidar. Esta red de relaciones, aunque desafiante, también le permite mantener un nivel de vida elevado, algo que Joey cuida con esmero. Su trabajo como vendedor es la clave de su prosperidad, ya que las comisiones por sus ventas le permiten sostener este estilo de vida lujoso.
Sin embargo, su mundo empieza a tambalear cuando las ventas comienzan a disminuir drásticamente. La presión de mantener su estatus y, sobre todo, su puesto de trabajo, lo lleva a enfrentarse a una situación crítica. Joey se encuentra ante un plazo de solo un día para demostrar que su puesto es imprescindible en la empresa, lo que pone aún más en juego su futuro profesional y personal. Mientras lucha por mejorar sus ventas, se ve arrastrado a una serie de complicaciones inesperadas que ponen en peligro no solo su trabajo, sino también sus relaciones personales.
Todo parecía ir relativamente bien hasta que surge un imprevisto: el esposo celoso de Donna, su joven y atractiva secretaria, irrumpe en el concesionario convencido de que allí se encuentra su esposa en brazos de su amante. La aparición del marido celoso agrega una capa de tensión y confusión a la situación, ya que Joey se ve obligado a lidiar con el conflicto que se desata entre su secretaria y su esposo, sin perder de vista la presión por demostrar su valía en el trabajo.