En el corazón de la Ciudad de México, un grupo de adolescentes se ve involucrado en un secuestro que, lejos de seguir los convencionalismos del género, se convierte en una serie de situaciones absurdas y cómicas. La historia, que se despliega entre la comedia negra y lo inesperado, presenta un relato donde lo trágico y lo ridículo se entrelazan de forma única.
El grupo de jóvenes, que atraviesa las complejidades de la adolescencia, se encuentra atrapado en un secuestro aparentemente serio, pero la trama rápidamente toma un giro imprevisible. Mientras intentan manejar la situación, surgen personajes inusuales que parecen sacados de un sueño surrealista: un luchador de lucha libre mexicano retirado, cuya fama pertenece al pasado, y un perico con una extraña relevancia en los sucesos que se desencadenan.
La lucha libre, un pilar cultural de México, se convierte en un elemento clave dentro de la historia, pero no en la forma tradicional de héroes y villanos. En lugar de la grandeza, se presenta a un luchador cuya época de gloria ya pasó, simbolizando la decadencia de una era que sigue presente en la memoria colectiva. El perico, por su parte, es un personaje inesperado que, con su extraña presencia, se convierte en el desencadenante de varios giros cómicos y sorprendentes en la trama.
Lo que comienza como un secuestro serio se transforma rápidamente en una comedia de enredos, donde el caos y la imprevisibilidad son la norma. La obra juega con el absurdo y lo oscuro, creando situaciones que desafían las expectativas del espectador. A través de este viaje desordenado, se exploran temas como la amistad, la juventud y la absurdidad de la vida, ofreciendo una perspectiva fresca y entretenida sobre el caos juvenil y el destino incierto. Con personajes memorables y un guion impredecible, esta comedia negra se presenta como una mezcla de lo hilarante y lo inquietante, rompiendo con las estructuras tradicionales y ofreciendo una visión singular del género.