Tom y Jerry

En la víspera de la esperada «boda del siglo» en el lujoso Hotel Grand Central de Nueva York, un pequeño y travieso ratón llamado Jerry ha decidido convertir el hotel en su propio terreno de juego. Su presencia se convierte en una pesadilla para Kayla, la dedicada planificadora del evento, quien lucha por mantener todo en orden mientras la presión aumenta.

Jerry, con su ingenio y astucia, se ha metido en todos los rincones del hotel, causando caos y poniendo en riesgo la impecable organización del evento. Kayla, desesperada y a punto de perder el control, no tiene más remedio que buscar una solución extrema para mantener el prestigio del hotel y el éxito de la boda.

Es entonces cuando decide contratar a Tom, un astuto gato callejero conocido por sus habilidades en la caza de roedores. Tom, a pesar de su aspecto desaliñado y su reputación de ser un poco rudo, acepta el desafío con entusiasmo, dispuesto a demostrar que puede atrapar a Jerry y restaurar la tranquilidad en el hotel.

La llegada de Tom trae consigo una serie de situaciones cómicas y caóticas, ya que el gato se enfrenta a un ratón mucho más inteligente y juguetón de lo que esperaba. Mientras Tom y Jerry se enredan en una serie de peripecias dentro del elegante hotel, Kayla se encuentra atrapada en medio de un torbellino de eventos inesperados.

A medida que la batalla entre Tom y Jerry se intensifica, Kayla empieza a darse cuenta de que la verdadera solución al problema puede no ser tan simple como contratar a un gato para atrapar a un ratón. Enfrentada a una serie de desafíos y con el reloj avanzando hacia el momento crucial de la boda, Kayla debe encontrar una manera de manejar la situación, mantener la calma y asegurar que el evento siga adelante sin más contratiempos.

En este torbellino de situaciones hilarantes y giros inesperados, la boda del siglo pende de un hilo, mientras que Tom y Jerry siguen jugando su intrépida partida en el hotel. Kayla debe encontrar una forma de restaurar el orden y asegurarse de que el gran día sea recordado por sus momentos felices y no por los enredos de un ratón travieso y un gato obstinado.