
Peter Highman, un arquitecto meticuloso y serio, está a punto de enfrentar uno de los momentos más importantes de su vida: el nacimiento de su primer hijo. Con la emoción y el nerviosismo típicos de quien espera la llegada de un bebé, se encuentra en la víspera de un gran cambio. Sin embargo, la vida tiene otras sorpresas para él. En lugar de un tranquilo viaje hacia Los Ángeles desde Atlanta para presenciar el gran acontecimiento, Peter se ve involucrado en una serie de situaciones caóticas y cómicas que pondrán a prueba su paciencia y carácter.
Este viaje aparentemente sencillo se convierte en una auténtica odisea cuando Peter, incapaz de conseguir un vuelo directo, se ve forzado a compartir el viaje con un excéntrico y desinhibido compañero de ruta, quien no solo pone en peligro su tiempo, sino también su salud mental. El hombre con el que debe viajar, un individuo impredecible y torpe, se convierte en una fuente constante de frustración y caos. Desde retrasos inesperados hasta situaciones embarazosas, la personalidad de este peculiar compañero no hace más que dificultar el ya estresante viaje de Peter.
El contraste entre ambos personajes es el núcleo de la historia. Mientras Peter representa la racionalidad, la calma y la planificación, el excéntrico compañero es el caos personificado: descuidado, impulsivo y completamente fuera de lugar. Esta interacción entre dos mundos tan diferentes da lugar a situaciones hilarantes y, a menudo, absurdas, donde el control de Peter se ve constantemente desbordado por las acciones impredecibles de su compañero de viaje.