Terrifier: El inicio

En la noche de Halloween, una niñera cuida a dos niños pequeños mientras recorren el vecindario en busca de dulces. Al revisar la bolsa de trucos o golosinas de los niños, descubre una extraña y vieja cinta de VHS. Intrigada por su presencia, decide ponerla en el televisor. La cinta está dividida en tres segmentos, cada uno contando una aterradora historia que parece estar conectada por un elemento común: un siniestro payaso asesino que aterroriza a sus víctimas.

Los relatos, cada uno más perturbador que el anterior, llevan a la niñera a sumergirse en un clima de creciente inquietud. El primer cuento narra cómo un grupo de adolescentes se enfrenta a una serie de eventos paranormales en una casa aislada, donde el payaso asesino parece acecharlos en cada esquina. El segundo relato presenta a una familia que, al mudarse a una nueva casa, descubre que el payaso, lejos de ser una simple figura de carnaval, es una entidad maligna que se manifiesta a través de los objetos más cotidianos. El último cuento muestra a un joven atrapado en un circo siniestro, donde las reglas del espacio y el tiempo parecen desmoronarse, y el payaso se convierte en la manifestación de su peor pesadilla.

Mientras la niñera ve la cinta, extraños sucesos comienzan a ocurrir dentro de la casa en la que se encuentra. Ruidos inexplicables, luces que se apagan sin razón y una sensación de ser observada la ponen en alerta. A medida que la noche avanza, la atmósfera se torna cada vez más inquietante, y la niñera comienza a percatarse de que no está sola. Poco a poco, los límites entre la ficción de la cinta y la realidad empiezan a desdibujarse, y se da cuenta de que el payaso no es solo un personaje de las historias: está comenzando a cruzar la línea entre el mundo ficticio y el suyo.

Al principio, la niñera piensa que se trata de una simple coincidencia o quizás de una broma de los niños, pero pronto se da cuenta de que algo mucho más oscuro está sucediendo. Las escenas de la cinta parecen cobrar vida, y el payaso asesino comienza a aparecer en su propio mundo, como si de alguna manera la cinta estuviera tomando forma en su realidad. Desesperada, intenta proteger a los niños, pero las amenazas aumentan y la presencia del payaso se hace cada vez más tangible.

A medida que la tensión alcanza su punto máximo, la niñera descubre la espantosa verdad: el payaso asesino no es una simple figura de terror, sino una entidad maligna que se alimenta del miedo y que ha encontrado una manera de cruzar entre los mundos. En un giro final aterrador, se revela que ella misma está atrapada en una pesadilla de la que no puede escapar, y que la línea entre lo real y lo imaginario se ha desvanecido por completo. La noche de Halloween se convierte en una lucha desesperada por la supervivencia, mientras el payaso continúa su caza.