
Han pasado diez años desde que John Connor, interpretado por Nick Stahl, cambiara el destino de la humanidad al evitar el apocalipsis provocado por las máquinas. Sin embargo, su vida está lejos de ser tranquila. Ahora con 25 años, John vive completamente fuera del radar: sin registros, sin identidad oficial, oculto del mundo. Esta existencia en la clandestinidad no es casualidad. Es su única forma de mantenerse a salvo de Skynet, la poderosa inteligencia artificial que alguna vez casi logra acabar con él y con la raza humana.
Pero la amenaza no ha desaparecido. Desde un futuro aún más incierto, Skynet lanza un nuevo intento por alterar el curso del tiempo. Esta vez, envía al T-X, un cyborg avanzado encarnado por Kristanna Loken. El T-X no solo es una máquina de destrucción mucho más sofisticada que su predecesor, el temido T-1000, sino que también posee una apariencia humana que engaña con su belleza, escondiendo un poder letal y una eficiencia brutal en su programación.
La misión del T-X es clara: eliminar a aquellos que jugarán un papel clave en la futura resistencia contra las máquinas. Y aunque John Connor ha logrado evitar el ojo de Skynet hasta ahora, su anonimato ya no es suficiente. La persecución comienza de nuevo, y esta vez el enemigo es más despiadado que nunca.
Sin embargo, Connor no está solo. Un viejo conocido del pasado regresa: el Terminator. Aunque fue creado originalmente por Skynet, este modelo ha sido reprogramado para proteger a John a toda costa. Su aparición marca un nuevo capítulo en esta lucha entre humanos y máquinas, donde el futuro de la humanidad vuelve a pender de un hilo.