
Terminator 2: El juicio final (1991) es una de las películas más icónicas del cine de acción y ciencia ficción. Dirigida por James Cameron, esta secuela supera a su predecesora con una historia intensa, efectos especiales revolucionarios y un elenco inolvidable. Han pasado once años desde que Sarah Connor sobrevivió al intento de asesinato por parte de un cyborg del futuro. Ahora, su hijo John Connor —el futuro líder de la resistencia humana contra las máquinas— se convierte en el nuevo objetivo de Skynet, que envía al implacable T-1000, un Terminator de metal líquido casi indestructible.
En un giro inesperado, la resistencia envía de nuevo un Terminator, pero esta vez reprogramado para proteger a John. Este T-800, interpretado magistralmente por Arnold Schwarzenegger, se convierte en su único defensor frente a una amenaza letal. La película combina acción explosiva, reflexión sobre la inteligencia artificial y una intensa carga emocional, marcando un antes y un después en el cine moderno.