Nobita Nobi es un niño torpe y desafortunado, cuya vida parece estar marcada por la mala suerte y los fracasos constantes. Un día, su rutina se ve interrumpida por la visita de Sewashi, un enigmático joven que revela ser su tataranieto del siglo XXII. Sewashi le presenta a Nobita una preocupante profecía: su futuro está destinado a ser un desastre tan grande que afectará negativamente a su familia durante muchas generaciones. Para evitar este sombrío destino, Sewashi le ofrece una solución: el préstamo de su robot, Doraemon, un gato cósmico con habilidades y conocimientos avanzados.
Doraemon llega desde el futuro con la misión de ayudar a Nobita a cambiar su destino. Armado con una variedad de gadgets futuristas y un buen corazón, Doraemon comienza a trabajar con Nobita, buscando maneras de corregir su rumbo y evitar que el futuro desastroso se haga realidad. A lo largo de sus aventuras, Doraemon descubre que la clave para resolver los problemas de Nobita y cambiar el futuro podría estar en algo tan simple y poderoso como el amor.
A medida que Nobita y Doraemon se enfrentan a diversos desafíos y situaciones cotidianas, se dan cuenta de que el verdadero cambio no solo viene de los avances tecnológicos, sino también de las acciones y decisiones personales. A través de sus experiencias juntos, Nobita aprende valiosas lecciones sobre la importancia de la responsabilidad, la empatía y el cariño en su vida. Con el apoyo incondicional de Doraemon, Nobita empieza a ver cómo sus propias acciones pueden influir positivamente en su futuro y en el de su familia.
La historia se convierte en un viaje emocional y transformador, en el que Nobita descubre que la fuerza más poderosa para cambiar su destino es el amor y la bondad. Con cada paso que da hacia un futuro más prometedor, Nobita no solo busca evitar el desastre predicho, sino también construir una vida mejor y más significativa para él y sus seres queridos. En última instancia, la presencia de Doraemon y el enfoque en el amor revelan cómo incluso los problemas más complicados pueden encontrar solución cuando se abordan con compasión y esfuerzo genuino.