A pesar de tener apenas ocho años, Jenny se encuentra en el epicentro de un conflicto constante entre su madre, Maggie, una abogada implacable, y su padre, Jeff, un artista bohemio. Su vida se desarrolla en un entorno solitario pero lleno de imaginación, donde encuentra compañía en los títeres conocidos como «Grisly Kin», inspirados en las obras de su padre. La tragedia golpea cuando Maggie muere en un accidente de tráfico, dejando a Jeff y Jenny con la difícil tarea de reconstruir sus vidas desde cero. Sin embargo, la situación se complica aún más cuando el padre de Maggie demanda la custodia de Jenny y la niñera Samantha comienza a establecerse como la nueva figura materna en el hogar.
La vida en su casa de Brooklyn se torna cada vez más sombría. Jenny, mientras lidia con la pérdida y los cambios, encuentra consuelo en los títeres de su padre y en la presencia de lo que ella cree que es el espíritu de su madre. Estos títeres, que alguna vez fueron una fuente de diversión y creatividad, comienzan a cobrar vida de una manera inquietante y aterradora. Jenny es la única que puede ver a los personajes de los títeres transformados en entidades inquietantes, y a medida que la influencia de estos seres se hace más intensa, su realidad se torna cada vez más perturbadora.
Con la creciente tensión en su hogar y la aparición de estas figuras fantasmales, Jenny se enfrenta a un mundo donde la línea entre lo real y lo imaginario se difumina, y su capacidad para distinguir entre la realidad y la fantasía se pone a prueba de manera dramática. En este entorno caótico, la pequeña Jenny debe confrontar sus miedos más profundos y descubrir el papel crucial que los títeres y el fantasma de su madre juegan en su vida mientras navega por las difíciles aguas de su nueva realidad.