
En un pequeño y apacible rincón de Estados Unidos, donde la rutina gobierna y los días parecen iguales, vive Mike Howell, interpretado por Jesse Eisenberg. A simple vista, Mike es el típico joven sin mayores ambiciones, atrapado en la monotonía de una existencia sin rumbo. Pasa sus días fumando marihuana, escribiendo cómics que nunca termina, y compartiendo su vida con su devota y paciente novia Phoebe (Kristen Stewart), la única constante significativa en su mundo. Ambos llevan una vida discreta y casi invisible, aparentemente ajenos a cualquier problema mayor.
Sin embargo, lo que Mike desconoce es que su existencia anodina está a punto de cambiar drásticamente. Un evento inesperado desencadena una reacción en cadena que convierte a este joven despreocupado en el epicentro de una operación gubernamental encubierta. Cuando el pasado que creía enterrado resurge, Mike se ve obligado a confrontar una realidad que nunca imaginó: en otra vida, él fue parte de un experimento secreto del gobierno estadounidense, entrenado para ser un letal agente encubierto. Esa parte de su historia, aparentemente olvidada, regresa con fuerza cuando se convierte en el blanco de una eliminación sistemática dirigida por una agencia que quiere borrar todo rastro de aquel proyecto fallido.