Nicolás y Antonia han sido amigos durante toda la vida, pero últimamente se sienten atrapados en una rutina de frustración. Mientras observan cómo sus amigos y compañeros de vida alcanzan el éxito, establecen familias y avanzan profesionalmente, ellos siguen estancados. La presión aumenta cada vez que tienen que asistir a bodas, celebraciones que, en lugar de ser motivo de alegría, solo les recuerdan sus propias dificultades y la falta de estabilidad en sus vidas. Cansados de sentirse fuera de lugar y deseando encontrar una manera de cambiar su situación, Nicolás y Antonia idean un plan audaz.
El plan que proponen es, en principio, simple pero arriesgado: fingir que están enamorados, casarse y organizar una boda extravagante. El objetivo de este acto es claro: aprovechar los regalos de bodas para conseguir dinero y así financiar sus sueños personales, aquellos proyectos que nunca han podido llevar a cabo debido a la falta de recursos. Para ellos, esta boda se convierte en una especie de salvavidas económico. La idea de recibir dinero, regalos y apoyo de sus familiares y amigos les parece una solución rápida para finalmente alcanzar las metas que siempre han deseado.
Sin embargo, Antonia tiene una carta secreta bajo la manga que podría poner en peligro todo el plan. Aunque en principio está de acuerdo con la farsa, ella decide ir un paso más allá: planea dejar a Nicolás plantado en el altar. La razón detrás de esta jugada es que Antonia cree que el escándalo resultante les permitirá quedarse con el dinero y los regalos sin tener que hacer frente a la formalidad del matrimonio. Según su lógica, el caos generado por la huida dejaría suficiente confusión para que puedan quedarse con todo sin sufrir consecuencias.
A medida que la fecha de la boda se acerca, tanto Nicolás como Antonia comienzan a cuestionar la moralidad de sus decisiones. Mientras ambos luchan con el dilema de si realmente están dispuestos a traicionar su amistad y los principios que los han unido durante tanto tiempo, los sueños y las ambiciones que les impulsan parecen ser más fuertes. Lo que comenzó como una idea desesperada se convierte en una situación que los enfrenta a las realidades de sus propios deseos y las consecuencias de sus acciones, desafiando el concepto de lo que están dispuestos a sacrificar por alcanzar sus metas.