Dos inmigrantes indocumentados, desesperados por encontrar un medio de subsistencia en un país que los rechaza y con pocas opciones a su disposición, aceptan un trabajo aparentemente sencillo: cavar un agujero en medio del desierto. La oferta viene de un par de hombres que parecen ser personas duras pero directas, y aunque el trabajo es pesado y monótono, promete una paga que los ayudará a mantenerse a flote en un entorno hostil. Con la promesa de dinero rápido y sin hacer preguntas, los dos hombres, Juan y Miguel, aceptan la tarea sin cuestionar demasiado.
Desde el primer momento, el trabajo se siente extraño, pero los dos hombres se obligan a ignorar cualquier duda. Con el calor del desierto implacable y el aislamiento total, el agujero comienza a tomar forma, pero la tarea parece interminable. Mientras Juan y Miguel excavan más y más profundo, se percatan de que algo no está bien. La dimensión y la profundidad del agujero que se les ha ordenado cavar no tienen sentido, y comienzan a preguntarse cuál es el propósito real de este trabajo. Sus empleadores, sin embargo, se muestran cada vez más insatisfechos, exigiendo que continúen cavando sin parar, con un aire de amenaza creciente que no pueden ignorar.
A medida que pasan las horas, la tensión aumenta. La comunicación entre Juan y Miguel y sus jefes se vuelve cada vez más tensa y violenta. Las sospechas de los inmigrantes se confirman cuando descubren que sus empleadores son, en realidad, psicópatas peligrosos que tienen planes mucho más oscuros que simplemente cavar un agujero. Lo que comenzó como un trabajo rutinario rápidamente se transforma en una pesadilla, donde las vidas de Juan y Miguel están en juego.
Los dos hombres, sin otra opción que luchar por sobrevivir, comienzan a idear una forma de escapar de sus capturadores antes de que sea demasiado tarde. El desierto, que al principio parecía solo un lugar de trabajo, ahora se convierte en un laberinto mortal, con la arena caliente y el sol abrasador convirtiéndose en sus enemigos tanto como los psicópatas que los acechan. Mientras intentan escapar, deben enfrentarse no solo a la brutalidad de sus empleadores, sino también a las duras realidades del desierto: la falta de agua, el agotamiento extremo y el miedo constante de ser atrapados.
En esta lucha desesperada por la supervivencia, Juan y Miguel deben confiar el uno en el otro más que nunca. Con sus vidas pendiendo de un hilo, la lealtad y el ingenio se vuelven sus únicos aliados. A medida que la historia avanza, la tensión se eleva, y cada momento se convierte en una prueba de fuerza física y mental. La situación se intensifica hasta un clímax donde la delgada línea entre la vida y la muerte se convierte en el campo de batalla final.
En un desenlace donde solo la determinación más feroz puede asegurar la supervivencia, Juan y Miguel deberán enfrentar el mal en su forma más cruda y perversa, descubriendo hasta dónde están dispuestos a llegar para seguir con vida en un mundo que parece haber olvidado su humanidad.