En «Pedro Picapiedra y el Gran Combate de Piedradura», Pedro Picapiedra, el icónico residente de Piedradura, se encuentra en un aprieto tras perder el dinero destinado para las vacaciones soñadas de su familia. Devastado y sintiéndose responsable por decepcionar a Vilma, su esposa, y a su hija Pebbles, Pedro sabe que debe encontrar una solución rápida para recuperar el dinero perdido. Sin embargo, en lugar de buscar una opción sensata, Pedro traza un descabellado plan que promete ser tan peligroso como cómico.
El plan de Pedro implica inscribir a su mejor amigo, Pablo Mármol, en un espectáculo de entretenimiento deportivo que está causando furor en Piedradura: la lucha libre. El espectáculo, conocido como el Gran Combate de Piedradura, reúne a los luchadores más temidos y respetados de toda la prehistoria, incluyendo a grandes figuras como John Cenastone, Rey Mysteriopal (una versión prehistórica de Rey Mysterio), y el imponente Enterrador.
Aunque Pablo no es un luchador nato, Pedro está convencido de que su amigo tiene lo que se necesita para ganar. Después de todo, la amistad y el trabajo en equipo han sacado adelante a Pedro y Pablo en innumerables aventuras. Sin embargo, Pablo, con su habitual carácter amable y tranquilo, está más que preocupado por enfrentarse a estos temibles adversarios. Pero, como buen amigo, decide apoyar a Pedro y aceptar el desafío.
Mientras Pedro y Pablo se preparan para el gran combate, reciben la ayuda de sus esposas, Vilma y Betty, quienes les ofrecen su apoyo incondicional a pesar de las preocupaciones que tienen sobre el peligro que enfrentan. Los entrenamientos son un caos lleno de hilaridad, con Pedro intentando motivar a Pablo mientras este se enfrenta a la dura realidad de lo que implica estar en un ring de lucha libre.
Finalmente, el día del Gran Combate de Piedradura llega, y el estadio está lleno de espectadores de todo Piedradura, listos para ver a los luchadores enfrentarse en el ring. Pablo, vestido con una armadura improvisada hecha de piedras y huesos, entra en el ring con nervios de acero y una determinación inesperada, mientras que Pedro, desde la esquina del ring, lo anima con fervor.
El combate es tan épico como cómico, con Pablo enfrentándose a cada uno de los temibles oponentes. A medida que la lucha avanza, Pablo sorprende a todos (incluso a sí mismo) con su capacidad para esquivar los ataques y usar su ingenio para salir adelante en las situaciones más complicadas. Aunque enfrenta momentos difíciles, Pablo no se rinde, impulsado por el apoyo de su familia y amigos.
En un giro inesperado, el combate final entre Pablo y el Enterrador termina en un sorprendente empate, con ambos luchadores agotados pero admirando mutuamente su valentía. El espectáculo termina en una gran celebración, con Pedro y Pablo como héroes locales.
«Pedro Picapiedra y el Gran Combate de Piedradura» es una aventura llena de risas, amistad y la lección de que, aunque los planes de Pedro sean descabellados, el verdadero valor de la vida está en los lazos que se fortalecen a través de las adversidades.