
En el umbral de uno de los capítulos más oscuros de la historia moderna, la Segunda Guerra Mundial, emerge una historia profundamente conmovedora que demuestra cómo el amor, la esperanza y el ingenio pueden prevalecer incluso en los momentos más desesperados. La vida es bella, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni, nos transporta a la Italia de 1939, justo antes del estallido del conflicto bélico, para presentarnos a Guido, un hombre excéntrico, carismático y lleno de vida.
Guido llega a Arezzo, en la región de la Toscana, con un sueño modesto pero significativo: abrir una librería. Su espíritu optimista y su humor inquebrantable pronto lo llevan a cruzarse con Dora, una joven encantadora y de buena posición social, que está comprometida con Rodolfo, un oficial fascista. A pesar de los obstáculos y diferencias sociales, el amor entre Guido y Dora florece con fuerza, desafiando las normas impuestas por una sociedad cada vez más dominada por la intolerancia y el autoritarismo. Su unión da como fruto a un hijo, Josué, en quien depositan sus sueños y esperanzas.