
Cuando Ashitaka, un joven príncipe, es atacado por un jabalí maldito, su vida cambia para siempre. La criatura, dominada por un oscuro poder, le deja una herida que comienza a extenderse como una peligrosa maldición. En busca de una cura que detenga la infección y le salve la vida, Ashitaka se ve obligado a abandonar su hogar y emprender un viaje hacia tierras desconocidas.
Su travesía lo lleva a un mundo donde la humanidad y la naturaleza están en guerra. Los humanos, liderados por figuras ambiciosas, están destruyendo los bosques para explotar sus recursos, mientras que los dioses de la naturaleza, transformados en poderosas bestias, luchan con todas sus fuerzas para proteger lo que queda de su hogar. En el corazón de esta batalla, Ashitaka conoce a Mononoke, una guerrera criada por lobos que ha jurado defender el bosque y combatir a los humanos que lo amenazan.
Atrapado entre ambos lados, Ashitaka intenta comprender las motivaciones de cada uno. Los humanos buscan progreso y supervivencia, pero a un alto costo: la destrucción del entorno natural y el desequilibrio del mundo. Por su parte, las deidades del bosque actúan movidas por el dolor y la rabia, defendiendo su hogar de lo que consideran una invasión implacable.
Mientras la maldición en su cuerpo avanza, Ashitaka se encuentra ante una difícil decisión. ¿Debe ponerse del lado de los humanos, aceptando su lucha por el progreso, aunque implique arrasar con la naturaleza? ¿O debe unirse a Mononoke y las criaturas del bosque en su resistencia, a pesar de que su furia podría llevar a más destrucción?
La relación de Ashitaka con Mononoke se convierte en un punto crucial en su viaje. Aunque al principio chocan debido a sus diferentes perspectivas, pronto descubren que comparten un mismo deseo: restaurar la armonía entre los humanos y la naturaleza. Sin embargo, lograrlo requerirá sacrificios y decisiones que cambiarán sus vidas para siempre.