
En el París de los años 30, entre el bullicio de una estación de trenes y el vaivén constante de pasajeros, se esconde un mundo secreto que pocos podrían imaginar. Entre engranajes, túneles y relojes antiguos vive Hugo, un niño huérfano cuya vida transcurre en silencio y soledad. Su refugio es el interior de la estación, donde se ha convertido en un pequeño relojero autodidacta, manteniendo en funcionamiento los relojes del lugar mientras esquiva a los adultos que podrían descubrirlo y enviarlo a un orfanato.
Hugo no solo es un hábil mecánico, sino también un ladrón por necesidad. Su objetivo no es el robo por malicia, sino la supervivencia diaria: comida, herramientas y, sobre todo, piezas para reparar un autómata que es su único vínculo con el pasado y con su difunto padre. Este autómata, una figura mecánica con forma humana capaz de escribir, es el gran misterio que guía la vida de Hugo, quien está convencido de que, una vez reparado, le revelará un mensaje importante de su padre.
La rutina secreta de Hugo cambia radicalmente cuando conoce a Isabelle, una niña peculiar, imaginativa y amante de los libros. Ella vive con su padrino, un viejo y amargado juguetero que guarda más secretos de los que parece dispuesto a compartir. La curiosidad de Isabelle y la determinación de Hugo los llevarán a descubrir juntos no solo la verdad detrás del autómata, sino también una historia olvidada sobre los orígenes del cine y la magia de los primeros relatos cinematográficos.