
Hace dos décadas, un accidente trágico acabó con la vida de un joven, quien era el protagonista principal de una obra de teatro escolar en un instituto de un pequeño pueblo. La tragedia no solo impactó profundamente a la comunidad, sino que también dejó una huella imborrable en la memoria de aquellos que conocieron al joven actor y fueron testigos de la cancelación de la obra. La pieza teatral, que prometía ser el proyecto más destacado de la temporada, nunca llegó a ver la luz debido a este fatídico suceso. Sin embargo, veinte años después, un grupo de exalumnos del instituto, impulsados por el deseo de rendir homenaje a su compañero caído, decide revivir aquella producción olvidada.
La idea surge como un acto de conmemoración y reflexión. Aunque el tiempo ha pasado y las vidas de estos jóvenes han tomado rumbos distintos, el recuerdo de la tragedia persiste en sus corazones. El reestreno de la obra no solo representa un homenaje al actor fallecido, sino también una forma de sanar viejas heridas y cerrar el ciclo que quedó pendiente. Para los involucrados, es un ejercicio de reconciliación con el pasado, con los sentimientos no resueltos y con las emociones que quedaron atrapadas en aquel día que cambió para siempre la historia de su instituto.