
En un futuro cercano, la humanidad ha llegado a un punto crítico donde la natalidad está estrictamente regulada. Ya no es un derecho natural, sino un privilegio reservado a quienes pasan por un exhaustivo proceso de evaluación. Esta nueva realidad plantea un dilema profundamente humano: ¿quién decide quién es apto para ser padre o madre? ¿Y qué se sacrifica en el camino?
En este contexto opresivo se desarrolla la historia de una pareja que, llena de ilusión y amor, se somete a los llamados “siete días de evaluación”, un procedimiento obligatorio para poder obtener el permiso de tener un hijo. Lo que en un principio parece una simple formalidad, pronto se transforma en una pesadilla psicológica. Cada día trae nuevas pruebas, entrevistas invasivas, y simulaciones que ponen a prueba no solo sus capacidades como futuros padres, sino también la solidez de su relación y su propia humanidad.
La presión crece con cada jornada. Bajo la mirada fría y mecánica de un sistema que todo lo mide y categoriza, la pareja comienza a enfrentarse a sus propias inseguridades, secretos del pasado, y contradicciones internas. Lo que está en juego ya no es solo el permiso para tener un hijo, sino su dignidad, su autonomía y su concepto de lo que significa amar y cuidar.