
En medio del caos de la guerra, cuando todo parece perdido y el sufrimiento eclipsa la esperanza, surgen historias que iluminan el camino. Este es el caso de un niño iraquí que, tras perder a su madre en un país sumido en la devastación, emprende un viaje tanto físico como espiritual que lo conecta con una figura histórica profundamente significativa: la Dama Fátima.
La trama se despliega en dos líneas temporales separadas por catorce siglos. Por un lado, está la historia contemporánea del niño, quien sobrevive en un Irak moderno marcado por los estragos del conflicto, la pérdida y el miedo. Por otro, se revela la vida de Fátima Zahra, hija del profeta Mahoma, una mujer venerada por millones de musulmanes en todo el mundo como un símbolo de fe, sacrificio y resiliencia.
A través de relatos transmitidos por ancianos, libros antiguos y conversaciones con quienes aún conservan la memoria colectiva de su legado, el niño descubre el poder transformador de la paciencia. La figura de Fátima no solo le brinda consuelo, sino que se convierte en un faro que guía su comprensión del sufrimiento y la esperanza. La historia de Fátima, que resistió injusticias, pérdidas y silencios impuestos, resuena con fuerza en la experiencia del niño, dándole un sentido más profundo a su propia tragedia.