
En la década de 1980, Hong Kong era una metrópolis vibrante bajo el dominio británico, con una excepción singular: la Ciudad Amurallada de Kowloon. Este enclave, un laberinto densamente poblado de edificios improvisados, pasillos oscuros y callejones sin salida, se convirtió en tierra de nadie, fuera del alcance de la ley británica y convertida en refugio de lo marginal. Allí, en un territorio gobernado por sus propias reglas, florecieron las bandas, el contrabando y una comunidad de personas olvidadas por el sistema. Es en este escenario caótico y fascinante donde se desarrolla la historia de Chan Lok-kwun.
Chan es un inmigrante ilegal que huye desesperadamente del despiadado jefe de las tríadas conocido como Mr. Big. Su única esperanza es encontrar refugio en el lugar más improbable: Kowloon City. A pesar de su reputación temible, la ciudad fortificada acoge a Chan, quien rápidamente es protegido por Ciclón, el respetado líder de la Ciudadela, un grupo de marginados que han encontrado en este entorno hostil una forma de vida y una identidad.
En este microcosmos sin ley, los lazos de lealtad y supervivencia son más fuertes que nunca. Chan, junto a los otros miembros del clan de Ciclón, se ve obligado a enfrentarse a una nueva amenaza: la invasión del territorio por parte de Mr. Big y su organización criminal. Lo que comienza como una huida se transforma en una lucha por el control del único lugar donde estos marginados han podido construir algo parecido a un hogar. La resistencia de los habitantes de Kowloon City no solo es física, sino también simbólica: es la defensa de un estilo de vida alternativo, un refugio en medio del abandono.