
Terri, una mujer dedicada a su familia, disfruta de una vida tranquila en su hogar en las afueras de Atlanta. Casada y madre de dos hijos, su vida parece perfecta. Vive en una casa pintoresca, rodeada de naturaleza, y se siente segura en su entorno idílico, donde cada día sigue una rutina familiar que le otorga paz y estabilidad. Sin embargo, todo lo que Terri considera seguro y predecible se ve alterado por un visitante inesperado.
Un día, un hombre se presenta en su puerta, pidiendo ayuda. Su coche se ha averiado y necesita un teléfono para hacer una llamada. Confiada en su bondad y en su naturaleza hospitalaria, Terri accede a ofrecerle su teléfono sin pensarlo dos veces. El hombre es carismático y tiene una actitud amigable, lo que hace que no haya señales de alarma en la mente de Terri. Lo que comienza como un gesto simple de amabilidad, pronto se convierte en una situación aterradora.
A medida que el hombre utiliza el teléfono y permanece más tiempo de lo esperado, Terri empieza a sentir que algo no está bien. Su intuición le dice que el visitante no es quien dice ser. La sospecha crece cuando se da cuenta de que su comportamiento comienza a ser extraño y evasivo. Al principio, intenta justificar sus dudas, pero pronto descubre que su invitado es mucho más peligroso de lo que podría haber imaginado. El hombre no solo está perdido en su coche, sino que es un fugitivo con intenciones oscuras.