
Más de una década después de los catastróficos eventos narrados en 28 semanas después, el virus de la ira ha vuelto a desatar el terror. En esta nueva entrega, el mundo nuevamente se ve sumido en el caos cuando el brote resurge, arrasando con las débiles estructuras que quedaban en pie tras la última epidemia. El relato sigue a un grupo de supervivientes que lucha día a día por mantenerse con vida en un paisaje urbano desolado y plagado de infectados, donde el peligro acecha en cada sombra.
Lo que diferencia a esta producción de sus predecesoras no solo es la evolución del argumento o la intensidad de la acción, sino su innovador enfoque técnico. En lugar de optar por cámaras tradicionales de cine, esta nueva propuesta ha sido rodada completamente con un iPhone 15 Pro Max, una decisión audaz que marca un hito en el uso de tecnología móvil para la creación cinematográfica. Gracias a sus avanzadas capacidades de grabación —incluyendo sensores de alta fidelidad, estabilización óptica y captura en resolución 4K—, el equipo de producción logró una estética cruda y realista que potencia la inmersión del espectador.