
Paul Kersey es un hombre que ha conocido el dolor y la pérdida, lo que lo ha llevado a convertirse en un vigilante decidido a tomar la justicia en sus propias manos. Después de un tiempo alejado de Nueva York, regresa a la ciudad con la intención de visitar a un viejo amigo. Sin embargo, lo que parecía ser una simple visita se transforma rápidamente en un escenario de violencia y complicaciones legales que pondrán a prueba su moralidad y su lucha contra el crimen.
Al llegar, Kersey descubre que su amigo está gravemente herido, víctima de una brutal golpiza a manos de la banda liderada por Manny Fraker, un criminal temido que ha sembrado el caos en la ciudad. El amigo de Kersey se encuentra al borde de la muerte, lo que provoca en él una ira incontrolable. La situación empeora cuando, en medio de su desesperación por ayudar, la policía irrumpe en la escena y lo encuentra sosteniendo un arma cerca de la víctima.
De esta forma, Paul se ve envuelto en un giro inesperado: es detenido como sospechoso del crimen. En un momento, su intento de hacer justicia se convierte en una trampa peligrosa, donde la ley parece más interesada en atraparlo que en resolver el caso de su amigo. Atrapado entre su deseo de venganza y la lucha por su propia libertad, Kersey se enfrenta a un dilema moral. ¿Debe seguir adelante con su misión de venganza, aunque signifique romper la ley? ¿O debe dejar que las autoridades hagan su trabajo, aún sabiendo lo corrupto y peligroso que es el sistema?