En el inquietante universo de Saw, una nueva víctima de asesinato aparece con los signos distintivos que caracterizan a Jigsaw, el asesino más infame de los últimos tiempos. Su marca es inconfundible: la muerte de sus víctimas no es un acto de violencia común, sino un cruel juego psicológico que desafía a sus prisioneros a tomar decisiones extremas para salvar sus vidas. En esta ocasión, el Agente Eric Matthews, interpretado por Donnie Wahlberg, se ve envuelto en una trama retorcida que pondrá a prueba no solo su habilidad de investigación, sino también su resistencia psicológica.
Al principio de la película, Matthews parece estar en control de la situación. Como un agente de policía experimentado, se embarca en una exhaustiva investigación que lo lleva rápidamente hacia Jigsaw, el infame asesino que ha aterrorizado a la ciudad durante años. A lo largo de la investigación, Matthews sigue las pistas dejadas por el criminal, lo que le permite descubrir una serie de pistas que parecen llevarlo directamente a la ubicación del asesino. Cuando finalmente da con el paradero de Jigsaw, la solución parece estar al alcance de la mano, lo que hace pensar que la pesadilla podría estar a punto de terminar. Sin embargo, lo que Matthews no sabe es que este arresto aparentemente sencillo no es más que un juego dentro de un plan mucho más elaborado y retorcido.
Al ser capturado y llevado a un oscuro escenario, Matthews se da cuenta de que él mismo se ha convertido en una víctima del siniestro juego de Jigsaw. Sin previo aviso, el agente se ve atrapado en una de las trampas del asesino, un juego mortal en el que deberá enfrentarse a sus propios demonios. De forma paralela, otras ocho personas, inocentes en apariencia, también están atrapadas en diferentes lugares, cada una enfrentándose a decisiones que podrían significar su vida o muerte.
Lo que hace tan perturbador este juego es el hecho de que no se trata de un simple acto de violencia. Jigsaw, conocido por su enfoque psicológico, obliga a sus víctimas a enfrentarse a sus propios miedos, a sus errores pasados, y a las decisiones difíciles que las colocan al borde de la muerte. Las trampas no solo están diseñadas para torturar físicamente, sino para desafiar la moralidad y las emociones de los participantes, empujándolos a tomar decisiones que podrían definir el destino de otros.
Mientras Matthews lucha por encontrar una salida, se enfrenta a la desesperante realidad de que cada movimiento suyo está siendo manipulado por Jigsaw. La idea central de Saw se hace evidente: no es solo una cuestión de supervivencia física, sino de confrontar las decisiones difíciles que uno toma en la vida. Al final, el asesino demuestra que la muerte puede ser una salida rápida, pero el tormento emocional que genera el juego es lo que realmente pone a prueba la humanidad de sus víctimas.
La historia de Saw nos invita a reflexionar sobre las decisiones que tomamos, los errores que cometemos y las consecuencias que nuestras acciones pueden tener en los demás. A través de una trama intrincada, los espectadores se sumergen en una historia de suspenso, miedo y angustia psicológica, mientras descubren que la verdadera amenaza no es solo el peligro inminente, sino la mente maestra detrás del juego, que se divierte observando cómo las personas luchan por sus vidas y por sus principios.