Tras un año marcado por un trauma emocional devastador, Sarah (Shauna Macdonald) decide emprender un viaje para intentar dejar atrás el dolor que la persigue. Junto a un grupo de amigas, viaja a Carolina del Norte con la intención de explorar unas cuevas. Lo que comienza como una excursión de espeleología se convierte rápidamente en una lucha por la supervivencia cuando, al adentrarse en las profundidades, descubren algo mucho más aterrador de lo que imaginaban.
Mientras exploran el sistema de cavernas, el grupo se topa con extrañas pinturas rupestres y evidencia de una expedición previa. Estos indicios despiertan su curiosidad, pero lo que no saben es que estas señales del pasado pronto se transformarán en el menor de sus problemas. A medida que se adentran más en las entrañas de la Tierra, se dan cuenta de que no están solas: seres monstruosos y depredadores subterráneos habitan la oscuridad de las cavernas, y tienen un insaciable deseo por devorar carne humana.
El viaje que comenzó como una simple aventura se transforma en una carrera desesperada por la vida. Con el tiempo y el oxígeno en su contra, las chicas intentan escapar mientras luchan contra los depredadores y enfrentan sus propios miedos. A medida que la tensión aumenta y la claustrofobia se apodera de ellas, Sarah, quien aún lleva las cicatrices del trauma vivido un año antes, encuentra en este reto una manera de confrontar tanto las criaturas del abismo como sus propios demonios internos.