
En 1985, París era un hervidero de cultura, arte y política. Fue en este escenario donde Vanessa, una joven de tan solo trece años, conoció a Gabriel Matzneff, un escritor de renombre, admirado por su intelecto y su talento literario. Matzneff, un hombre de cincuenta años, poseía la capacidad de seducir no solo con sus palabras, sino también con su carisma y prestigio. A lo largo de los años, se convirtió en un hombre venerado por los círculos culturales y políticos, pero detrás de su reputación pública se ocultaba una personalidad manipuladora y peligrosa.
Vanessa, una adolescente en plena formación, quedó cautivada por la figura del escritor. La atracción que sentía por él se transformó rápidamente en una relación secreta, donde Matzneff no solo se convirtió en su amante, sino también en su musa. Lo que inicialmente parecía una conexión profunda, una relación entre un adulto sabio y una joven que buscaba su lugar en el mundo, pronto se fue tornando en algo mucho más complejo y destructivo. La joven, inmersa en este mundo de manipulación emocional, comenzó a perder la claridad de lo que estaba viviendo.
A medida que avanzaba la relación, Vanessa comenzó a percatarse de los límites difusos entre el cariño y el control, entre la admiración y la explotación. Sin embargo, durante un largo tiempo, la joven se vio atrapada en un juego de poder donde el escritor utilizaba su estatus para ejercer dominio sobre ella. Mientras el mundo exterior seguía celebrando a Matzneff como un intelectual brillante, Vanessa vivía una experiencia profundamente traumática que parecía no tener salida.