En la última noche de funcionamiento de un boliche en decadencia, un grupo de jóvenes se prepara para disfrutar de una noche de diversión y desconcierto. Entre ellos se encuentra una estudiante de secundaria, quien asiste con su cita romántica con la esperanza de pasar un rato ameno. El ambiente del lugar es pesado, con las paredes marcadas por el paso del tiempo y los recuerdos de noches pasadas que ya no son lo que solían ser. Mientras la música retumba en los altavoces y las luces parpadean con el ritmo, los chicos se adentran en un espacio lleno de risas y una atmósfera de despedida, pues se sabe que esa será la última vez que el boliche abrirá sus puertas.
A medida que la noche avanza, la diversión se ve interrumpida cuando, en las sombras de la pista de baile, un grupo misterioso hace su aparición. Sin previo aviso, lo que parecía una noche común se transforma en una pesadilla cuando un culto secreto, cuyo propósito es llevar a cabo un ritual satánico, decide hacer del boliche su escenario. Despojados de toda cordura, los miembros del culto llegan al lugar con la intención de sacrificar a quien se cruce en su camino, iniciando una serie de eventos sangrientos y perturbadores.
La estudiante y su cita, sorprendidos y aterrados por la violencia que desata el culto, se ven atrapados en un juego mortal. Mientras intentan escapar, el terror y la desesperación se apoderan de ellos, pero también afloran sus instintos de supervivencia. Lo que parecía ser una simple salida juvenil se convierte en una carrera contra el tiempo, donde lo único que importa es mantenerse con vida. A medida que la noche avanza, los jóvenes descubrirán que la amenaza no solo es física, sino también mental y emocional, pues la presencia del culto comienza a distorsionar su percepción de la realidad.
Entre la oscuridad del lugar y la creciente sensación de claustrofobia, la estudiante y su cita deberán encontrar una forma de escapar, enfrentándose no solo a la brutalidad de los miembros del culto, sino también a la presión psicológica que este ritual pone sobre ellos. En el proceso, deberán hacer frente a sus propios miedos más profundos y confrontar los límites de su resistencia.
La atmósfera, tensa y cargada de peligro, se vuelve cada vez más insoportable mientras los jóvenes luchan por sobrevivir. Los pocos momentos de respiro que logran obtener entre los caos sirven solo para mostrarles que no hay salida fácil. En la última noche de este boliche, donde la música y las luces se desvanecen en la oscuridad, la diversión se transforma en una lucha desesperada por la vida, y el boliche, que alguna vez fue un refugio de distracción juvenil, se convierte en el escenario de una tragedia sangrienta.
