Después de más de dos décadas de matrimonio y un divorcio que dejó cicatrices emocionales, Laura y Javier se reencuentran en una inesperada situación: ambos desean anular su matrimonio ante la Iglesia. A pesar de haber seguido caminos distintos y haber reconstruido sus vidas, un sentimiento de incomodidad persiste en sus corazones. La religión siempre ha sido una parte fundamental de sus familias, y la falta de una nulidad oficial se convierte en un peso que ambos desean liberar.
Con el paso de los años, la vida les ha enseñado lecciones valiosas. Laura ha encontrado un nuevo amor y ha formado una familia, pero el estigma de su primer matrimonio aún la persigue. Javier, por su parte, ha dedicado su vida al trabajo y la comunidad, pero siente que la sombra de su pasado le impide avanzar plenamente. Deciden, entonces, buscar la anulación que les permita cerrar ese capítulo de sus vidas de una vez por todas.
El proceso se presenta más complicado de lo que imaginaban. Al acercarse a la Iglesia, se encuentran con un sistema lleno de protocolos y requisitos que parecen diseñados para poner a prueba su determinación. La burocracia y la necesidad de demostrar que su unión fue defectuosa desde el principio resultan ser un obstáculo insuperable. Mientras recogen documentos y testimonios, la historia de su matrimonio se despliega ante ellos, revelando momentos de amor, desilusión y las razones que los llevaron a separarse.
A medida que profundizan en su pasado, Laura y Javier reviven viejos recuerdos: desde los primeros destellos de amor hasta las discusiones que los llevaron a la ruptura. A través de estas reminiscencias, comienzan a comprender no solo las fallas en su relación, sino también el crecimiento personal que cada uno ha experimentado. Este viaje emocional se convierte en una introspección que los lleva a replantearse sus propias decisiones y el impacto que tuvieron en sus vidas.
La intervención de la Iglesia y sus representantes añade otra capa de tensión. Algunos clérigos son comprensivos y empáticos, mientras que otros son inflexibles, enfatizando la importancia de la unión matrimonial. Esta disparidad de opiniones no solo desafía su determinación, sino que también provoca un conflicto interno en ambos. ¿Realmente necesitan el permiso de la Iglesia para seguir adelante? ¿O deberían simplemente aceptar que su amor, aunque sincero en su momento, no fue suficiente para construir una vida juntos?
En medio de este proceso, Laura y Javier descubren que, a pesar de su pasado, todavía hay espacio para la reconciliación y el perdón. Aprenden a comunicarse de nuevo, compartiendo sus temores y anhelos. A través de este diálogo honesto, se forma un vínculo renovado que les permite ver el valor de su historia compartida.
Al final, la búsqueda de la nulidad se convierte en un viaje de redescubrimiento. Laura y Javier no solo buscan el cierre formal de su matrimonio, sino también una nueva comprensión de sí mismos y de lo que significan el amor y la familia. Mientras luchan contra las sombras de su pasado, se dan cuenta de que el verdadero desafío no es obtener la nulidad, sino encontrar la paz con su historia y el valor de seguir adelante.