
Kevin Hart, una de las figuras más reconocidas del entretenimiento actual, da un giro inesperado a su carrera con un ambicioso proyecto cinematográfico que busca reinventar el género de acción. En su nuevo filme, Hart no solo protagoniza, sino que también idea un enfoque audaz: una película con escenas no guionizadas, espontáneas y llenas de adrenalina, diseñadas para capturar la autenticidad del peligro real y consolidar su legado como el más grande en su campo.
La propuesta de Hart es clara: romper con las convenciones del cine tradicional de acción. Su objetivo no es solo entretener, sino impresionar y marcar un antes y un después en la industria. Para lograrlo, se embarca en una producción donde las reacciones no están ensayadas, los riesgos son tangibles y la emoción surge de lo inesperado. Este proyecto, que combina elementos de la actuación con la improvisación extrema, es su apuesta definitiva para redefinir lo que significa ser una estrella de acción en el siglo XXI.
Sin embargo, lo que empieza como un experimento innovador pronto se transforma en una pesadilla. Mientras Hart se enfoca en desafiar los límites del espectáculo, pasa por alto una amenaza latente: una figura de su pasado, motivada por la venganza, comienza a entrelazarse peligrosamente con el rodaje de la película. Lo que parecía ser simplemente parte del caos planificado se convierte en una verdadera amenaza, poniendo en riesgo no solo la producción, sino también la vida del propio actor.