
En una pequeña ciudad de Minnesota, en un instituto donde todo parece tranquilo y rutinario, una joven estudiante llamada Jennifer Check, interpretada por Megan Fox, se convierte en el centro de atención. Jennifer es la nueva estrella de las porristas del instituto, una chica atractiva y extrovertida que conquista a todos con su belleza y carisma. Su vida parece ir por buen camino, pero lo que nadie sabe es que algo oscuro y malévolo está a punto de apoderarse de ella.
Una noche, después de un extraño incidente con una banda de música local, Jennifer es poseída por fuerzas sobrenaturales que transforman su personalidad y su comportamiento. La joven se convierte en un ser completamente distinto, un ser sediento de sangre que comienza a asesinar a sus compañeros de clase. En especial, se enfoca en los chicos que intentan acercarse a ella, ya sea por su atractivo físico o por su fama en el instituto.
El cambio en Jennifer es drástico. Lo que era una chica popular y carismática se convierte en una asesina despiadada que no muestra ningún remordimiento. Su cuerpo y su mente están bajo el control de una entidad oscura que la impulsa a llevar a cabo una serie de asesinatos violentos. Sin embargo, su víctima no es cualquier persona, sino aquellos que, de alguna forma, desean acercarse a ella, como si la posesión le otorgara una suerte de venganza contra aquellos que buscan aprovecharse de su belleza.