
En el universo del cine de acción y comedia, las duplas disparejas han ofrecido algunas de las historias más memorables. En The Heat, esta fórmula vuelve con una energía renovada y femenina, protagonizada por Sandra Bullock y Melissa McCarthy. La cinta presenta a dos mujeres completamente diferentes, unidas por la necesidad de capturar a un criminal peligroso. Lo que comienza como una colaboración forzada se transforma en una aventura llena de humor, tensión y, sobre todo, crecimiento personal.
Sarah Ashburn, una detective del FBI meticulosa, brillante y segura de su superioridad, ha conseguido reconocimiento profesional gracias a su aguda inteligencia y apego a las reglas. Sin embargo, su arrogancia y su falta de habilidades sociales la convierten en una figura poco querida entre sus compañeros. Cuando es asignada a una misión en Boston para capturar a un escurridizo y peligroso terrorista ruso, se ve obligada a trabajar con alguien que representa todo lo contrario a ella: Shannon Mullins.
Mullins, una agente de policía local, es impulsiva, irreverente y brutalmente directa. Con un enfoque poco ortodoxo, pero efectivo, para combatir el crimen en las calles de su ciudad, Shannon representa una versión cruda y visceral de lo que significa servir y proteger. El choque entre ambas es inevitable. La rigidez de Ashburn choca de frente con la informalidad de Mullins, generando una serie de situaciones cómicas, tensas y, en muchas ocasiones, absurdamente caóticas.