En el primer gran largometraje ruso que aborda el impacto de la explosión de la central nuclear de Chernóbil, se narra la valiente historia de cientos de personas que sacrificaron sus vidas para mitigar los efectos de esta tragedia. El film se centra en el heroico esfuerzo de los «liquidadores», quienes enfrentaron una peligrosa tarea para desactivar y limpiar el área afectada. Su misión, que era crucial para prevenir un desastre aún mayor, buscaba evitar que una vasta región de Europa se convirtiera en una zona de exclusión inhabitable. La película destaca el coraje y la determinación de estos individuos en su lucha por contener una de las peores crisis nucleares de la historia, mostrando la magnitud de su sacrificio y el impacto duradero de su valentía.