
Es el amor una cuestión de fórmulas y estadísticas, o más bien un conjunto caótico de emociones impredecibles? Esta es la pregunta central que plantea una historia encantadora donde dos mundos opuestos colisionan de manera inesperada.
Ella es una mujer racional, estructurada, apasionada por la ciencia del comportamiento humano. Para ella, las relaciones amorosas pueden explicarse con datos, patrones y teorías psicológicas. Cree firmemente que, con el modelo correcto y suficiente información, es posible predecir la compatibilidad entre dos personas. Su enfoque analítico la ha mantenido alejada del desorden emocional que, según ella, suele acompañar al amor romántico.
Él, por otro lado, vive en el terreno contrario. Trabaja en una columna de consejos románticos que, aunque firmada por un pseudónimo femenino, es todo su creación. Día a día responde cartas de lectores con dudas sentimentales, guiándolos con intuición, empatía y un toque de humor. Sin embargo, lo hace todo desde el anonimato, ocultando su identidad incluso de sus compañeros más cercanos. Su trabajo se basa en la experiencia humana y en la espontaneidad de los sentimientos, no en fórmulas ni reglas.