Lara Jean Covey ha logrado lo que siempre soñó: un amor verdadero y una vida que le brinda felicidad y satisfacción. Después de una serie de cartas de amor enviadas accidentalmente, malentendidos románticos y momentos de auto-descubrimiento, Lara Jean finalmente está en una relación estable y amorosa con Peter Kavinsky, su novio de ensueño. Sin embargo, ahora que su último año de secundaria está llegando a su fin, Lara Jean se enfrenta a una de las decisiones más importantes de su vida: elegir una universidad. Esta elección no solo determinará su futuro académico, sino también su relación con Peter y su vida en general.
Mientras Lara Jean visita universidades y evalúa sus opciones, comienza a darse cuenta de que lo que alguna vez parecía una decisión sencilla ahora está plagado de complejidad. Por un lado, la Universidad de Stanford, donde Peter ya ha sido aceptado con una beca deportiva, ofrece la promesa de continuar su relación y mantener la estabilidad que ha encontrado en su vida amorosa. Sin embargo, Lara Jean se siente atraída por la idea de asistir a la Universidad de Nueva York (NYU), un lugar que encarna todo lo que siempre ha querido en términos de oportunidades culturales, académicas y personales.
A medida que Lara Jean se enfrenta a la idea de mudarse a una ciudad tan vibrante y llena de posibilidades como Nueva York, se da cuenta de que sus deseos y aspiraciones podrían estar en conflicto con su relación actual. La perspectiva de alejarse de Peter y de su familia es aterradora, pero también es emocionante la idea de empezar una nueva vida en un lugar donde podría crecer y desarrollarse de maneras que nunca antes había imaginado. Esta lucha interna entre el amor que tiene ahora y el futuro que podría tener se convierte en el centro de su dilema.
Peter, por su parte, también enfrenta sus propios temores y dudas. A pesar de que quiere apoyar a Lara Jean en sus sueños, le preocupa que la distancia pueda afectar su relación. Ambos comienzan a preguntarse si su amor es lo suficientemente fuerte como para superar la distancia y las nuevas experiencias que cada uno enfrentará por separado. A medida que se acerca el día de tomar la decisión, la presión aumenta, y Lara Jean debe considerar lo que realmente quiere para sí misma, sin perder de vista lo que ha construido con Peter.
En medio de todo esto, Lara Jean recibe apoyo de su familia, especialmente de sus hermanas y su padre, quienes la alientan a seguir su corazón y a considerar lo que es mejor para ella a largo plazo. Finalmente, Lara Jean comprende que no puede tomar una decisión basada únicamente en su relación con Peter, sino que debe considerar lo que es mejor para su crecimiento personal y felicidad.
El proceso de tomar esta decisión ayuda a Lara Jean a madurar y a darse cuenta de que la vida está llena de cambios y elecciones difíciles. Al final, entiende que, independientemente de lo que decida, debe seguir su propio camino, confiando en que el verdadero amor, si es auténtico, encontrará una manera de sobrevivir, sin importar la distancia o las circunstancias. En última instancia, Lara Jean aprende que el amor no siempre significa quedarse, sino que a veces implica dejar ir para que ambos puedan crecer.
