
Un hombre endeudado, acorralado por su situación financiera y sin opciones aparentes, recibe una llamada que parece venir del destino mismo. Al otro lado de la línea, una voz misteriosa le informa que ha sido seleccionado para participar en un programa secreto de cámara oculta. La propuesta es tan absurda como tentadora: si logra superar trece desafíos consecutivos, ganará una suma millonaria. Sin pensarlo demasiado —y seducido por la posibilidad de salir de la miseria— acepta el reto.
Lo que comienza como un juego peculiar se va tornando cada vez más oscuro. Las primeras pruebas son extrañas, pero relativamente inofensivas. Sin embargo, con cada tarea superada, las exigencias se tornan más perturbadoras, y el protagonista se ve obligado a cruzar límites personales, morales y legales. La recompensa crece, pero también lo hace el costo personal.
El protagonista, atrapado en una dinámica que lo transforma con cada decisión, empieza a perder el control sobre lo que está haciendo y quién se está convirtiendo. Mientras tanto, el juego sigue adelante, sin explicaciones claras, sin rostros detrás de las instrucciones, y con la única certeza de que, una vez comenzado, no hay vuelta atrás.